jueves, 22 de noviembre de 2012

Viviendo en la Web


Viviendo en la Web
Relaciones Sociales vía Internet 


Por Armando Castañón Camarena

Es bastante común ver personas que no se despegan de sus teléfonos por nada del mundo y, aún así, considerar que tienen un buen contacto con sus cercanos. El arribo de las nuevas tecnologías y la conectividad ha originado un cambio innegable en la manera de socializar de las personas. Sea para bien o sea para mal, el futuro está aquí, hay que aprender a adaptarnos y conocer los riesgos de la sobre-exposición tecnológica.

En otros tiempos la manera en que entablábamos amistades o conseguíamos pareja era poco complicada: salíamos, conocíamos a esa persona y le hablábamos; ahora es diferente, hay muchos otros factores que intervienen y, si bien es cierto, la tecnología es una herramienta para el acercamiento, muchas veces no sabemos cómo usarla y perdemos el control sobre ella. Esto puede derivar en una gran lista de complicaciones, desde adicciones al internet, pérdida de relaciones personales, aislamiento social, etc.

¿Y qué pasa cuando tu trabajo te exige un apegamiento mayor a la red y a la conectividad? ¿Qué pasa cuando tu ambiente escolar te orilla a hacer un uso forzado de las redes sociales y teléfonos inteligentes para comunicarte? Los estudiantes de informática son uno de los grupos de personas que están en estas condiciones, de los que pasan más tiempo en el mundo virtual que en real y no les queda nada más por hacer sino adaptarse.

Es cuestión de estar conectado.
Betty, estudiante de informática de 20 años, nos dice “aproximadamente paso 14 horas al día conectada a internet y paso como 16 con algún dispositivo, tenga o no conexión a internet”. Estefania, también estudiante de informática, nos confiesa “estoy todo el día y toda la noche conectada, las 24 horas del día tengo cerca algo en uso que esté conectado”, mientras que el promedio nacional hasta 2011 de uso de internet estaba en las 3 horas diarias.

Amigos.
Linda  comenta que al tanteo 75% de la comunicación que tiene es a través de la web, nos dice que le sirve como una extensión de sus relaciones cotidianas “las personas que veo en la escuela, luego las conecto por facebook para hablar de las tareas y los trabajos”. Fabiola complementó diciendo que en una semana sale un día con sus amigos y los otros 6 días toda comunicación es a través de la red.

“Hay personas que sólo conozco por face o por twitter (…) les hablo, compartimos fotos, de perdido hablo con alguno de ellos diario”, nos dice Betty, quien aparte confirma que gracias a las redes ha conocido personas en la vida real: “en convenciones de twitter, nos reunimos, los conozco y luego les doy follow”.

Escuela.
 “A veces tienes un trabajo en equipo y sólo dices ‘nos ponemos de acuerdo por face’ y listo, o tenemos que entregar un trabajo y es enviado o subido a internet” nos comenta Fabiola sobre la importancia que tiene la red en su carrera. Memo de 20 años nos dice “mis papás me llaman la atención (por estar pegado a la compu), pero les digo que es parte de mi carrera”. De los siete estudiantes de informática, de entre 19 y 21 años, que entrevistamos, los siete afirman que su carrera influye determinantemente en el tiempo que pasan conectados y el uso que le dan a la tecnología.

Familia.
“Tengo familia agregada a facebook y es la única manera por la cual me comunico con ellos” nos dice Alejandro además de recalcar que no usa las redes para conocer gente nueva sino para recuperar el contacto con quienes ha perdido comunicación, familiares incluidos. Alex, de 20 años, nos dice “el 30% de mis relaciones son reales, y se divide entre la escuela y mis padres, no más. Estoy en la escuela, llego a mi casa, saludo a mis papás y me voy directo a mi cuarto a la compu y al celular”. Y Fabiola nos compartió su opinión al respecto “creo que la tecnología nos acerca a los que están lejos, pero nos aleja de los que están cerca”.

A los extremos.
Estefania nos dice que fácilmente pasa 10 horas al día revisando twitter y dentro de éstas, 5 escribiendo en él. En cambio Betty, algo más recatada, pasa 7 horas navegando por esta red social y de éstas, 3 las usa para tuitear. 

“Si me llega un whatsapp (texto vía web) en la madrugada, me despierto, lo veo, lo respondo y me vuelvo a dormir” nos dice Estefania cuando llegamos al tema de los excesos. Al escuchar, Fabiola confiesa “hubo un tiempo en que era tan adicta a farmville (un juego de facebook sobre una granja virtual) que me iba de las reuniones con mis amigos porque tenía que estar a las ocho en mi casa para cosechar mis tomates”.

Los siete entrevistados aceptaron que en algún momento se privaron de comer, dormir o de ir al baño con tal de seguir conectados o continuar una actividad relacionada con la red. Y la mayoría aceptó considerase dependientes de las tecnologías y la conectividad.

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